A quienes encuentren mi barco hundido...

"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae."
(Drácula)

viernes, 27 de mayo de 2011

Miro (parte 17): Yo iba a escribir otra cosa


(Imagen extraída de: http://3.bp.blogspot.com/_wxuFbla7NrM/TIJm-Dd6YNI/AAAAAAAAAAM/MM9bxLlWx8Q/s1600/pu%C3%B1o+en+alto.jpg)

Yo iba a escribir otra cosa. Iba a escribir sobre el Lunes 23 de Mayo de 2011, cuando me desperté con la sensación de haber dormido media hora a lo sumo por efecto de la primavera, de haberme acostado un poco más tarde de lo debido (como siempre) y de que los populares reocorrieran el pueblo en sus coches fundiendo el claxon, cual equipo de fútbol victorioso que dicta la hora en la que uno podrá descansar cuando les dé por dejar de pitar. Sí, estaba cantado que iban a ganar, ya lo sabíamos todos y quien decía no esperarse algo así es porque no lo quiso ver. Que las cosas no se consiguen de un día para otro y menos en España, donde todo llega con retraso menos las modas y donde la gente no lee. Si no se leen los carteles, ¿cómo se van a leer la diferencia entre voto en blanco y voto nulo? ¿Cómo se van a leer las propuestas de Democracia Real antes de votar al "menos malo"? ¿Cómo se van a leer tantos textos que hablan de la lucha contra el bipartidismo?

Luego está eso de que la gente va teniendo una edad y deja de soñar... pero disculpen mi insolencia, señores, cuando les recomiendo que sueñen un poco en vez de rebuznar constantemente por ese sistema en el que unos y otros son malos y les traen por el camino de la amargura. Y luego me dirán que soy joven y que no tengo ni idea, y probablemente no les falte razón en el primer punto. Ya tendré tiempo de experimentar la decepción por mí misma, pero de momento no tengo motivos. Cosas de tener a lado de la cama una notita que me escribió mi madre en mi caluroso cumpleaños del 2010 en la que se lee: "para que sigas soñando". Y mi madre no es de las que pueden permitirse tenerme entre algodones durante toda mi vida. De hecho siempre me ha dejado muy claro que la vida es dura y decía que me había dejado mala herencia al contagiarme su idealismo.

Bueno, pues yo iba a escribir sobre aquel lunes, me iba a centrar en ese despertar y en que la lucha continúa, una lucha que nos costará pero que hemos de hacer si queremos conseguir algo, pero hoy se ha producido el violento desalojo de la Acampada en Barcelona y me toca cargar las tintas contra el gobierno y contra quienes permiten que sea el que es. No lo voy a hacer contra la policía, puesto que son mandados. Pero que se les haya permitido utilizar la violencia de forma indiscriminada e injustificada contra personas que acampan pacíficamente me parece indignante. Si ya hasta una protesta pacífica es reprimida, ¿qué no harán? ¿Este es el gobierno legítimo? Vergüenza me da este país. Vergüenza, pena y rabia por esta España estúpida en la que el electorado sigue permitiendo que energúmenos como los que nos dirigen sean la autoridad de un pueblo adormecido cuyo despertar es brutalmente silenciado. Asco, un asco que me puede es lo que siento cuando pienso en toda esa gente oportunista y deshonesta ocupando cargos importantes que no nos representan sino que nos denigran y, por lo visto, ahora también nos apalean.

Todo mi apoyo para la gente de la Acampada en Barcelona. Siento que hayáis tenido que aguantar esto.

Gracias desde lo más hondo de mi corazón al sucedáneo de democracia que tenemos actualmente por permitirme mantener los ojos abiertos y buscar una Democracia Real. Y de paso, por permitirme cultivar el sarcasmo.

sábado, 21 de mayo de 2011

Observo (parte 16): Y soñé

(Imagen extraída de: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/internacional/20110520/media_recortes/2011/05/20/254581_gd.jpg   a falta de fotografías de mi cosecha, próximamente...)


Hace ya unos cuantos años, soñé.
Soñé que un día mi gente se echaría a la calle para protestar contra toda la manipulación que sufrían sus vidas. Lo soñé y cerré los ojos con todos mis fuerzas, deseando que algún día se hiciera realidad. Lo grité, y maldije a quienes me hacían sentirme tan harta y tan furiosa, quienes me hacían hastiarme de algo llamado política, que todavía no podía ni siquiera comprender. Todavía era joven e intentaba dirigir mis pasos hacia algún sitio, y eso era lo único que tenía claro.

Los años fueron pasando. Fui aprendiendo, manteniendo los pies en la tierra y la cabeza en las nubes; manteniendo la mente fría (aunque me cueste) y el corazón ardiendo. Seguí gritando, pero sabiendo lo que gritaba. Seguí soñando, y sintiéndome sola por ello, pues no veía que nadie compartiera mis sueños. Sólo veía manifestaciones en honor a causas en las que no creía, y aquellas que se acercaban a lo que pensaba se desvirtuaban ante mis ojos. Perdí la fe en toda concentración humana en pos de algo por lo que luchar. Pero seguí cerrando los ojos con la misma fuerza, deseándolo.

Todos me dijeron que la juventud no se movería, y la misma juventud me la confirmaba. Esa juventud de la que formaba y sigo formando parte, a la que se refirieron como "juventud sin futuro", "generación ni-ni", "vagos", "chavales que no tienen ni idea de nada", "juerguistas"... Pero me negaba a aceptarlo, y lo escribí y lo canté, y lo grité y lo lloré en lo más profundo de mi alma. Y pregunté por qué, y no obtuve respuesta. Sólo un negro silencio que me hacía sentir que me había equivocado de mundo y de tiempo en el que vivir.

Pero incluso entonces, soñé.

Y, un día, lo que iba a ser una manifestación más, o así lo creía yo, me reveló que se trataba de algo muy diferente a lo que pudiera haber visto nunca. Gente de todas las edades salió a la calle para protestar. Gente de todas las edades, he dicho, y entre ellos había muchos jóvenes. Y acamparon, y les echaron, y a la noche siguiente fueron más. Y a la siguiente llovió, pero no se movieron. Y llegaron más y más. Y hubo gente que no pudo acampar, pero sacó tiempo de debajo de las piedras para estar allí. Y dialogaron y combatieron con palabras mientras les tergiversaban y les negaban el esfuerzo, y crearon polémica. Y cambiaron muchas cosas en apenas una semana.

Y cuando lo vi, no me lo podía creer. Y sobre todo no me podía creer que ese momento hubiera llegado y yo no pudiera sumarme a ellos cada día de esta increíble semana, porque tenía demasiadas obligaciones que atender, pero dediqué cada hueco que tenía a sumarme a sus protestas, a tomar con ellos esa plaza llamada Sol, que brilla con luz propia. A seguir en todo momento la situación y estar presente. A alzar mis manos por esos "cuatro gatos" que ya son miles. A reivindicar mis derechos y a luchar por mi futuro sin violencia. A apoyar a quienes resisten el calor, el frío y la lluvia para que tantos de nosotros podamos soñar.

Todos me dijeron y me siguen diciendo que una sola persona no puede cambiar el mundo. Y es cierto. Pero puede hacer mucho. Puede alzar la voz, o llevar comida. Puede plantarse y resistir durante noches la temperatura y la ley. Puede transmitir el mensaje. Una sola persona puede hacer muchas cosas. Imaginad lo que pueden hacer muchas de ellas. Imaginadlo, soñadlo, apretad los párpados y cruzad los dedos. Escribidlo, cantadlo. Decidle al mundo que es posible aunque os lo niegue y, un día, lo veréis. Y nadie podrá negarlo, prohibirlo, manipularlo ni apropiarse de ello. Porque es vuestro sueño hecho realidad. Y será sólo el principio de todo lo que podréis conseguir.

Anoche estuve en Sol, y vi como miles de voces se unían para gritar y para guardar el más absoluto silencio.
Y soñé.

jueves, 19 de mayo de 2011

Permiso para respirar (parte 6): Días grises

(Imagen extraída de: http://www.metal-archives.com/images/1/8/8/3/188320.jpg)

Afrontar un problema cuando tienes algo que perder nunca es fácil, pero ignorarlo no es la solución. Supongo que en estos momentos es cuando sale a la luz la pequeña dosis de valor que llevamos dentro, aunque la verdad es que poco me importa lo que pueda demostrarme a mí misma en cuanto a esto cuando me encuentro en esa situación. Tengo claro que la consecuencia son días grises.

Y también he de afrontarlos.

Tengo muchas cosas que hacer y otras tantas en la que pensar. Tengo una lucha que apoyar ya que no puedo estar allí; pero lo intento dentro de lo posible. Querría hablaros de ella, pero hoy no me siento inspirada; en cambio, sí lo estoy para contar cosas de poco interés general. Más bien, de ninguno. Pero aquí estamos, al servicio de mi alma, que me ruega que escriba.

P.D.- Tohmet...

lunes, 16 de mayo de 2011

Miro (parte 16): Porque hay cosas lamentables

(Imagen extraída de: http://2.bp.blogspot.com/-dONl2kw4AtQ/TVgx0reF7aI/AAAAAAAAA9s/OoLcQOrP1g8/s1600/godzilla%2Bfacepalm.jpg)

Me gustan los mercadillos. A menudo encuentro en ellos algo que llevaba buscando durante un tiempo a un precio razonable. Suele pasar que en puestos vecinos tienen el mismo producto, y unos y otros hacen ofertas y las anuncian a voz en grito para atraer a la clientela. Algo parecido pasa entre los representantes del PP y el PSOE cuando comienza la campaña electoral. Unos y otros gritan como descosidos que harán reformas si les damos su voto, pero hay una diferencia fundamental entre ambos, y es que en el mercadillo pago con dinero para obtener un producto; en política, pago con mi voto por una promesa. Y no me llevo nada a cambio salvo el mal sabor de boca de haber agotado uno de mis derechos para votar a alguien en quien no confío. Para poner en el poder durante cuatro años a un grupo que se va a limpiar el culo con mi futuro.

Cuando se acercan las elecciones no puedo sino reírme. Los medios de comunicación se vuelven inaccesibles y uno teme que ya hasta en los horóscopos del periódico le digan a quién ha de votar. Eso quien los lea, claro. Aunque visto lo visto, esas predicciones me resultan más creíbles que las de cualquier politiquillo al que la capa de superhéroe le queda grande. Eso sí, los calzoncillos de Supermán los petan, porque vaya huevos.

El espíritu del turno de partidos flota en el ambiente, pero si alguna vez hubo decoro en la política, si alguna vez esta fue un arte, se ha perdido completamente. No hay elegancia ni es posible convencer a un votante descontento y humillado, porque nadie da la cara y le dice la verdad. En lugar de eso, unos y otros cogen el paro, se lo muestran, se aseguran de que saliva al verlo, le dicen que lo van a reducir y arrojan esas palabras a la nada. Y se ríen de ese ciudadano estúpido, pero se ríen por lo bajo, mientras ven cómo excava con sus manos para encontrar esa promesa. Pero la promesa no está ahí, ni en ninguna parte. Está en la nada, porque es una promesa vacía. Porque ningún voto la hará realidad hoy, ni mañana. Ni nunca con este sistema que no funciona.

Porque no funciona. Está visto que la cosa cada vez va a peor y que los políticos no convencen. Ya no es cosa de que cuatro locos lo anuncien: es que la gente se está echando a la calle, aunque los medios de comunicación de nuestro país no quieran enseñárnoslo. Porque en este país hay descontento, un descontento cada vez mayor, y se están agotando los parches para taparlo. Porque ante esta campaña lamentable en la que el insulto al rival es el mejor argumento, hay personas que están demasiado indignadas para seguir escuchando.

Porque hay cosas lamentables y luego está la política española; pero por una vez tengo esperanza (y no la Aguirre precisamente).

sábado, 14 de mayo de 2011

Observo (parte 15): Imaginad que un día tenéis que decidir.

(Imagen extraída de: http://www.hadasyleyendas.net/triste/triste-imagen1.jpg)

Imaginad que sois jóvenes y que ante vosotros se abre la puerta a un mundo al que nunca habíais tenido oportunidad de entrar; un mundo que asusta un poco, pues habéis permanecido recluidos en la penumbra de vuestra habitación durante varios años y teméis lo que pueda haber... a la vez que lo despreciáis porque pensáis que no encontraréis allí lo que vuestra alma desea fervientemente. Os negáis la ilusión, la curiosidad, encerrais al niño de vuestro interior y entráis en ese mundo negando todo anhelo de felicidad, pero lo que verdaderamente os ha impulsado a entrar no es otra cosa que ese deseo silenciado.

Caminais por el nuevo mundo con los brazos cruzados y gesto serio, tratando de aparentar dureza, hasta que llega alguien que os arranca una sonrisa sincera, y la inocencia que tratáis de esconder sube hasta el cielo junto a las risas que compartís con esa persona nueva. Y meses, tal vez años después, esas risas os revelan que tenéis un amigo, una persona en quien confiar y con quien deseáis crecer, a quien serle leal y a quien defender, alguien de quien cuidar, con quien vivir bellos momentos.

Pero el tiempo pasará, y decepcionaréis a esa persona tanto como ella os decepcionará a vosotros, pues no somos idénticos ni perfectos. Tal vez haya lágrimas por parte de quien sepa llorar, y se oirán los gritos de quien sufre pero es demasiado orgulloso como para derramarlas. Ambos sufriréis, cada uno a vuestra manera, y de vuestro dolor se dirán mil cosas, se harán apuestas sobre quién es el bueno y quién el malo, pero eso no ha de importaros. Lo realmente valioso es que los dos sepáis pediros perdón, daros un abrazo y hacer lo que vuestra conciencia y lo que sentís por esa persona os pida, al margen de quien os mire; que aprendais de vuestros errores y, por mucho que os cueste, sigáis intentándolo para hacer sentir mejor esa persona, para que no vuelva a romperos el alma verla llorar ni volvais a sentir que jamás debisteis salir de la oscuridad.

Los años dejarán su huella en vuestras mentes, y habréis de dar gracias a que seguís viviendo, creciendo y compartiendo, estando juntos en los momentos agradables y en los terribles, sintiendo la alegría que esa persona os da y procurando aprender de ella, y aunque habrá cosas en las que jamás os entenderéis, lo importante es que os aceptéis y sigáis siendo quien sois.

Pero tal vez los años dejen en vosotros huellas que os hagan difícil esa aceptación, pues muchas veces no estaréis de acuerdo, y quizá ambos toméis decisiones que os hieran. Trataréis de sanar esas heridas de modo que no quede cicatriz, pero habrá ciertas luces que iluminarán las marcas que han quedado, y no podréis borrarlas de vuestro corazón por mucho que lo intentéis. El tiempo seguirá pasando y cada vez recordaréis con más pesar vuestras heridas. Aunque tratéis de ignorar las voces que os advierten sobre vuestros propios errores y los de la otra persona, os iréis dando cuenta de que el daño está hecho y de que no podéis seguir adelante como si nunca hubiese ocurrido, por mucho que tratéis de perdonarlo... llegará un momento en el que habréis de tomar una decisión.

Pasaréis silenciosos días, meditando. Tal vez descarguéis vuestra rabia contra lo primero que encontréis a vuestro paso, pero eso no cambiará el hecho de que algo os duele en el alma, pues el tesoro que encontrasteis y que contemplasteis con ojos cándidos hace años, ese tesoro llamado amistad, ha ido ensombreciéndose y cada vez merece menos la pena luchar por él. Pero no podéis despacharlo tranquilamente. "Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma", dice la canción, y la tristeza os inundará. La decepción, el sentir cada vez más lejos a la persona con quien tantos años habéis compartido, a quien sabéis que habéis fallado a veces y junto a la que quisisteis permanecer pero a la que ya no podéis ver igual que antes... os llevará a tomar una dolorosa decisión que pesará sobre vuestra conciencia. Pero sólo vosotros podréis valorar si pesa más que volver a repetir la historia de siempre, la que tanto os ha agotado.

Ha pasado casi un mes y sigo caminando con este peso a mis espaldas. Pero la decisión está tomada y mi alma, cansada.

viernes, 13 de mayo de 2011

Permiso para respirar (parte 5): De todo un poco

(Imagen extraída de: http://www.gigicangica.blogger.com.br/valquiria.jpg)

Hoy me vais a permitir que os ofrezca una entrada de blog común y corriente, de esas en las que uno pone un poquito más de sí mismo de lo que normalmente hace. Y es que este blog es más personal cada día, cada vez se me hace más difícil someterlo a normas, decidir qué es mirar y qué es observar. Clasificar la realidad no es trabajo fácil, y a veces una se cansa de darle al coco.

Mientras escribo esto estoy escuchando "Guardians of Asgard", de Amon Amarth, grupo del que me compré una muñequera el domingo pasado en Expomanga. Mis otras dos adquisiciones en tal evento se reducen a otra muñequera, de Immortal, y una púa metálica de los mismos para llevar colgada al cuello. Probablemente más de uno esté pensando que es una tontería ir a un evento relacionado con el manga y el anime para hacerse con la típica mercancía metalera que se puede comprar en ferias, pero la verdad es que era lo único que me interesaba comprar, por el precio y porque no había visto estos elementos en concreto en mercadillos, o no de la misma calidad. Y porque me apetecía, sencillamente. Por lo demás me pareció que los precios eran demasiado altos, y en general en este tipo de exposiciones me gusta más echar un vistazo al panorama, disfrutar de algún buen disfraz y de algo de arte. Realmente llevaba años sin ir al Expomanga, ya sabéis que Mayo no es un mes propicio para andar saliendo mucho si tienes que estudiar, pero este año pude hacer una pequeña escapada y mereció la pena.


Aparte de eso, poco más hay que contar. Os escribo sentada en la cama, cosa que no suelo hacer. Normalmente tiro de ordenador de sobremesa, pero hoy me he permitido un pequeño cambio, tengo la música un poquito más alta de lo normal (que no es mucho teniendo en cuenta que no me gusta provocarme sordera a mí misma), la habitación envuelta en una suave penumbra y los dedos martilleando el teclado. Vamos, que estoy en una situación de tranquilidad absoluta. El resto de mi morada está en silencio. Las tardes de viernes no suelen ser así para mí. Normalmente acabo cayendo en los brazos de Morfeo, o en otras palabras, me echo una siesta del copón. No tenía costumbre de dormir siesta, pero la he ido cogiendo los viernes, y aunque me ponga dos despertadores me sumo en un sueño profundo y cuando abro los ojos veo que es de noche y que he perdido el tiempo, pero mi cuerpo me lo agradece. Supongo que si no fuera con tantas prisas a todas partes, no me sentiría como si perdiera tiempo cuando lo invierto en descansar. También ocurre que a algunas personas nos cuesta estar quietas.

Esta mañana ha habido un fallecimiento en mi familia, de una tía de mi madre a la que no conocía mucho pero por la que lo siento. Llevaba unos días ingresada en el hospital, y ya estaba agonizando, así que esto es lo mejor que podía pasarle dada la situación en la que se encontraba, pero ya sabéis cómo son estas cosas. Espero que por fin descanse y no sufra más.

Tras haber escrito por el mero placer de escribir, os deseo que paséis una buena tarde-noche y espero terminar la entrada que tengo a medias pronto, que sin duda os parecerá más interesante que mis anécdotas.

jueves, 5 de mayo de 2011

Permiso para respirar (4): Hasta el cuarenta de Mayo...

(Imagen extraída de: http://3.bp.blogspot.com/_4pY3vPGXtlE/TVGijsmvDRI/AAAAAAAAAFs/me1Lwil27cw/s1600/bebe+tibu.jpg)

"Hasta el cuarenta de Mayo, no te quites el sayo", dice el refrán. Y qué razón tiene. Sólo hay que ver cómo empeora el tiempo justo para el fin de semana. No le echemos la culpa a Mayo, que Abril se ha portado así también. Pero en Mayo se repite la tónica.

Mayo, Mayo... ese mes que para la mayoría de los estudiantes es sinónimo de ponerse las pilas. Pese a ser de las que procura estar al día todo el año, reconozco que lo hago de forma más o menos relajada hasta que le veo las orejas al lobo. Voy estudiando, sí. Pero Mayo es el mes crucial en el que he de resolver toda duda que pueda pulular por mi nerviosa cabecita para ir a los exámenes de Junio con seguridad en mí misma.

No suelo hablar mucho de mis quehaceres por aquí, pero qué más da; estoy preparándome dos exámenes. Los dos últimos. Bueno, en realidad son tres, pero me centro en los más inmediatos porque para el tercero tendré tiempo de sobra en Junio. Tiempo de sobra para repasar, practicar y sacarme un titulito que acredite que tengo suficiente nivel de inglés, aunque de mi pronunciación se deduzca lo contrario.

Otros años, a estas alturas estaba encerrada en mi casa, estudiando para cuatro exámenes como mínimo. Pero a pesar de que tengo menos asignaturas, llevo nerviosa un tiempo. Tal vez sea porque una de ellas determinará si me licencio o no por fin, y la verdad, ya tengo ganas de acabar, que la vida universitaria es muy bonita pero llega un punto en el que quieres terminar.

También reconozco que ahora me encierro menos. A veces me siento culpable, pienso que quizá he perdido el hábito de estudio, y ciertamente, me cuesta más ponerme a ello, pero procuro no confiarme, que no soy precisamente una lumbrera...

Pero estamos en Mayo, así que he de centrarme en terminar. Ya habrá tiempo para disfrutar. Eso sí, mientras tenga algo que compartir y un hueco para escribirlo, veréis esto actualizado.

P.D.- y sí, el bebé tiburón es de mi cosecha.

martes, 3 de mayo de 2011

Miro (parte 15): Dicen que...

(Imagen extraída de: http://3.bp.blogspot.com/--s9rKmVuIMM/TWSTYAWhhoI/AAAAAAAAAQM/VyXAuJqBFWA/s1600/Obama-superman.jpg)

Obama dice que Bin Laden ha muerto. Los americanos se echan a la calle y aclaman a su presidente como si de un héroe se tratase. Saben que la muerte de un hombre malo no les devolverá a los seres queridos que perdieron, pero merece la pena celebrarlo, alegrarse porque queda esperanza. Porque en estos tiempos caóticos, un hombre ha cumplido una promesa: la promesa de dar caza a uno de los principales responsables de la tragedia que vivieron.

Una promesa que hizo George W. Bush, y que no cumplió. Pero Obama es diferente, o eso dicen. No en vano es la personificación del cambio, como vimos en la magnífica campaña publicitaria que se hizo para promocionar su candidatura a la presidencia de EE.UU. Obama es diferente porque representa a los Demócratas, frente a los Republicanos, porque su sonrisa franca y su energía al hablar daban esperanza al pueblo, porque su imagen resultaba impecable frente al ya apenas creíble Bush. Y porque es el primer ciudadano de color en ocupar la presidencia de EE.UU. No olvidemos ese detalle, porque desgraciadamente, tiene mucha relevancia, y con esto no digo que me parezca mal, en absoluto. Lo penoso es ver que las diferencias raciales están tan presentes, y que el color de la piel de un hombre determine un cambio.

Dicen que Obama es diferente. Pero ha continuado la cruzada de su antecesor en el cargo. ¿Qué cambio supone ese? Continuar con la persecución de un individuo que merece ser ajusticiado pero cuyo destino no cambiará nada no me parece un cambio. Tan sólo se trata de seguir con un asunto que probablemente sea importante para la moral de los norteamericanos, pero que no es urgente. Aunque claro, no hay crisis mientras se haga justicia, porque dicen que se ha hecho justicia. Una justicia absurda, porque acabar con Bin Laden no es acabar con el malo final. Acabar con Bin Laden no supone más que la muerte de un individuo. No significa desmantelar Al-Qaeda, sino más bien una provocación. Y esto en el supuesto de que sea cierto, porque aquí una servidora no se lo cree por el momento.

Dicen que no somos como los terroristas, y quiero pensar que tienen razón. Nos enseñan sus imágenes celebrando sus victorias a costa de la sangre de los inocentes, y nos dicen que no somos como ellos. Nos adoctrinan para que nos mantengamos unidos frente al mal, frente a la amenaza terrorista. Pero cuando veo a los americanos quemando las fotos de Bin Laden, cagándose en su tumba (afortunadamente, no de manera literal) y festejando su muerte con cerveza en la mano, no veo la diferencia. Sólo veo que ellos tiraron la primera piedra, la primera bomba. Pero queda de manifiesto que nuestra naturaleza no es muy diferente. Será cosa de ser compañeros de raza, la raza humana.


Por supuesto que somos diferentes. Por suerte, no todos los hombres y mujeres de este mundo serían capaces de morir y matar por una causa que no les importa hacer comprender a los demás sino que pretenden imponer por la fuerza, a costa de todas las vidas que sean necesarias para ello. Por suerte, nos queda algo de moral, aunque desgraciadamente sólo despierte cuando nos ponen delante una masacre, y entonces nos solidarizamos con quienes sufren. Pero si queremos paz y celebramos las muertes como si de nuestros triunfos se tratase, estamos declarando la guerra.

Está claro que no hay victoria sin sacrificio y que erradicar el terror nos costará mucha sangre todavía. Pero por favor, no seamos hipócritas. Que no me vengan con que se ha hecho justicia, porque lo que se ha hecho con esto es dar el primer paso para que una guerra silenciosa se convierta en una guerra abierta. Una guerra por intereses, como se hacen todas las guerras, y dudo que a Obama le importe mucho la justicia. Me río cuando oigo mencionar a la nación del sueño americano llamar justicia a una venganza, a la cruzada personal de un presidente para ganarse el apoyo de su pueblo, utilizando su respuesta emocional como excusa para apuntarse tantos. Me río cuando veo cómo un país se hace pasar por garante de sueños, por padre de todos y realmente se aprovecha de sus ciudadanos. La justicia no es cosa de presidentes, no. Ni siquiera es cosa de Obama.

Pero dicen que Obama es el cambio. Quién sabe si, de ser cierto que Bin Laden a muerto, a corto plazo se liará parda, morirá mucha gente y odiaremos a Obama, y quizá en el largo plazo consigamos algo y le recordemos como alguien valiente que dio un primer paso para conseguir la paz. Quién sabe lo que pasará en esta realidad mutable en la que vivimos rodeados de incertidumbre. Hoy sólo veo que se ha saldado una cuenta pendiente que aumentará la credibilidad de Obama a nivel nacional, pero que no resuelve nada. Al-Qaeda seguirá siendo igual de fuerte y yo seguiré pensando que desconfiar de los líderes mundiales es lo mejor hasta que se me demuestre lo contrario.

domingo, 1 de mayo de 2011

Observo (parte 14): Mi amigo Thor


Cuando era pequeña y un primo mío me estaba iniciando en el amor al cómic americano, llegó mi madre y me enseñó a Thor. Pese a que era un señor épico con capa, pelo largo, un casco impresionante y un martillo, todavía no tenía ni idea de los dioses nórdicos, así que lo vi como un superhéroe vikingo que en esos momentos no podía hacerle sombra a Lobezno en mi corazón (aunque bueno, realmente, eso nunca ha sido posible).

Pero Thor es mucho más que eso, y aunque no he leído demasiado sobre él, me quedó claro que Marvel ha sabido combinar la mitología con los superhéroes, haciendo de Thor uno de sus personajes más representativos. Nos muestra a ese dios cercano a la humanidad por sus defectos de carácter, un dios que vive entre Asgard y la Midgard (nuestro mundo).

Cuando me enteré de que iban a hacer la película, en mí se mezclaron la ilusión por poder ver a Thor en la gran pantalla y el miedo a que me lo destrozaran. Las primeras imágenes no me resultaban muy prometedoras y me temía lo peor, pero a la vez, concienciada de que la película sería otra americanada, cruzaba los dedos para encontrarme algo como "300"...

"Thor" me ha parecido, ante todo, una película entretenida. Tiene un ritmo trepidante, en ningún momento se me ha hecho larga. A saltos entre la situación en Asgard y en la Tierra, nos presenta de forma cómica las andanzas de un dios fuera de su mundo mientras busca la forma de volver, cosa que no será posible a menos que se redima de sus actos, causados por su vanidad. La idea es sencilla, uno ya sabe cómo va a acabar. No falta la chica de turno, interpretada por Natalie Portman, actriz a la que tengo un profundo cariño y quizá por ello la he visto bastante correcta. Hay un sólo momento romántico, que no llega a resultar empalagoso por su brevedad (cosa que he agradecido), y en cambio, hay escenas realmente épicas. Ver a Odín en todo su esplendor (e interpretado por mi admirado Anthony Hopkins) al principio me conquistó automáticamente.

Y qué decir de Thor. Arrogante, obstinado, decidido, valiente, ingenuo, algo anacrónico... el Thor de siempre, encarnado por Chris Hemsworth, actor que al principio no me convencía pero al que aquí he visto verdaderamente como Thor. Hay momentos en los que ciertos gestos me recordaban al mismo Kenneth Brannagh en sus tiempos mozos.

Diversión, acción, diseños imposibles, personajes simpáticos y cierto toque dramático se dan cita en una película que me ha gustado y sobre la que no daré más detalles porque no es mi intención meter spoilers, y creo que ya ha quedado claro que me ha gustado. Por supuesto que he echado en falta cosas (fundamentalmente, lo poco que ha lucido el casco) y otras me han sobrado, pero la película en su totalidad me ha convencido. Poder ver a Thor haciendo girar a Mjolnir en compañía de mi madre y salir ambas asombradas y riéndonos ha merecido la pena. Y ver a los niños queriendo ser como él me divierte y me recuerda a mí misma cuando me ataba la chaqueta a modo de capa y quería vencer a mis enemigos con mis grandes poderes.

P.D.- Aunque yo nunca quise ser Thor. Me basta con que sea mi amigo. Él me entiende cuando me enfado y doy martillazos verbales.

Permiso para respirar (3): Esto va por alguien


 (Imagen extraída de: http://img.dailymail.co.uk/i/pix/2008/02_01/virginshark1WENN_1000x690.jpg ; gracias a Miguel por recomendármela)

Esto va por alguien muy importante para mí, alguien a quien estoy agradecida por muchas cosas. La primera de ellas, por haberme traído al mundo pese a las dificultades, y a partir de ahí, por todo lo que viene haciendo desde hace ya casi 23 años para que este personaje que aquí escribe sea feliz. Va por alguien a quien quiero y admiro, con quien río y discuto, con quien convivo y a quien me duele lo indecible ver triste o decepcionada.

Hacer de un sólo día el día en que hemos de felicitar a nuestras madres y darles las gracias por lo que son puede resultar triste porque todos los días deberíamos estar orgullosas de ellas y procurar que pasen un buen día, pero en este mundo en el que tan rápido llenamos nuestras cabezas de obligaciones y otras tonterías es fácil olvidarnos de quienes están ahí siempre. Alegrémonos al menos de que nos queda este día para que todos nos tomemos un respiro y tengamos un mínimo detalle con quienes tanto nos quieren.

Feliz Día de la Madre para mi compañera de batallas, y que sigamos librándolas juntas durante mucho tiempo.