A quienes encuentren mi barco hundido...

"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae."
(Drácula)

lunes, 28 de febrero de 2011

Miro (parte 9): "Yo te nombro, Libertad"


Esta vez no hay imagen que ilustre mi entrada, porque no hay imagen que me evoque algo como es la libertad. Algo que he procurado entender desde que era una pequeña y precoz lectora, y veía que en páginas de muchos libros distintos se hablaba de ella; y, aun sin comprenderla, pensaba que la libertad debía ser algo muy importante. En el colegio me explicarían que la libertad es indispensable para el ser humano, pero la Historia me mostraba que las civilizaciones se habían expandido pasando por encima de ella, y sepultándola bajo los monumentos a sus líderes. Y no podía entender cómo las mismas personas que necesitan ser libres, son capaces de destruir los derechos de sus compañeros. Supongo que aquel descubrimiento sería el responsable de mi paulatina pérdida de confianza en la humanidad, pero en esos momentos era todavía inocente y preguntaba constantemente el porqué de todo.

Libertad... cuántos han tratado de definirte, y yo misma intento analizarte, convertirte en un concepto más sencillo con el que poder explicar cómo pienso que eres para poder dar respuesta a mis propias preguntas y a las que otros tantos me hacen en su afán de comprender por qué siempre estás tan presente en mi corazón. Cuántos hombres y mujeres han luchado y han muerto para preservarte, cuántos te han llorado cuando fuiste arrancada de sus vidas mutiladas. Cuántos tratan de asfixiarte, de violarte, en estos tiempos en los que el respeto mengua e incluso la más pequeña decisión puede condicionar tu destino. A ti, que eres parte de mí y de todos aquellos con los que comparto la condición humana. A ti, que me permites decir lo que pienso sin temor a que me conviertan en leña para una hoguera de silencio. A ti, que nos traes lágrimas de felicidad cuando te sentimos. Tantos te han cantado y ojalá te sigan cantando por muchos años, con tristeza cuando estés lejos y con alegría cuando nos rodees. Ojalá nunca dejemos de gritar tu nombre, de tratar de comprenderte y de intentar que quienes te niegan, te permitan existir.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Observo (parte 8): Menos mal

(Imagen extraída de: http://nabaizaleokberriak.files.wordpress.com/2010/02/23-f-tejero.jpg)

Hace poco se acabó el 23-F, día siempre plagado de comentarios por los acontecimientos que marcaron para siempre la Historia española. El relato es bien conocido, y de no ser por la actuación de una serie de personajes fundamentales, probablemente el golpe del señor Tejero habría sido llevado a cabo con éxito. Sinceramente, no me quiero imaginar cómo habrían sido las cosas si eso hubiera llegado a ocurrir. Sé que habría dado lugar a una realidad que no me habría gustado, y cuyas consecuencias seguirían haciéndose notar hoy en día, en el supuesto de que un contragolpe hubiese logrado desbancar a los militares del poder.

No me gusta hablar de política porque considero que la mayoría de la gente (al menos, de la que yo conozco) es incapaz de mantener un diálogo abierto sobre el tema. Comprendo que cada cual tenga sus preferencias e incluso que se sienta plenamente identificado con una ideología en concreto, pero unos y otros terminamos tirándonos los trastos a la cabeza cuando sería más sencillo documentarnos y poder analizarlo intentando distanciarnos de nuestros propios prejuicios. Y sé que más de uno me dirá que para qué. Total, es algo que quita mucho tiempo. Bien, pues entonces centrémonos simplemente en escuchar los argumentos de la persona con la que estamos hablando, que los nuestros nos los sabemos muy bien. Nada. Al final todo deriva en una discusión sin fin. Y aunque no negaré que me gusta defender mis opiniones y conocer las de otros, hay momentos en los que me siento demasiado cansada para enzarzarme en una pelea de gallos.

Sin embargo, reconozco abiertamente que no me gustaría vivir en una sociedad gobernada por un poder conservador. Reconozco que la gestión del actual gobierno socialista dista mucho de cumplir con los idílicos principios izquierdistas tan ampliamente divulgados, pero por muchas quejas que tengamos al respecto, el grado de libertad del que gozamos era inimaginable en tiempos de Franco. Una libertad la nuestra que se ve coartada por ciertas medidas contradictorias de las que no procede hablar ahora, pero que me permite estar escribiendo esto ahora mismo.

Para mí el 23-F es un día más del año ya que no viví aquel suceso, pero puedo alegrarme de que las cosas le salieran mal al señor Tejero. Y menos mal.

lunes, 14 de febrero de 2011

Miro (parte 8): Rebuznando

(Imagen extraída de: http://www.madrimasd.org/blogs/universo/wp-content/blogs.dir/42/files/371/forges-y-los-blogs-fuente-inquietudes-en-primaria.gif)

A estas alturas, me parece un poco ridículo felicitaros el nuevo año porque lo tenemos más que estrenado. Llevo intentando actualizar esto desde el mes pasado, pero entre unas cosas y otras, no he sido capaz. No me ha faltado ocasión, y ha habido cantidad de temas que comentar, esos que tenemos hasta en la sopa y a los que yo también presto atención, porque aunque en ocasiones me gustaría retirarme a mi barco hundido y olvidar cuanto sucede en tierra, suelo estar informada. Por ello estoy al tanto de la situación en Egipto, como lo está David Bisbal, a quien tanto se critica por ciertos comentarios vertidos en twitter, pero al margen de lo que opine el muchacho, lo que me parece penoso es que se hable de él casi tanto como de un hecho social; pero esto debe ser cosa mía, porque soy un poco tiquismiquis y todavía me molesta que los informativos se abran con las polémicas futbolísticas y después me cuenten dónde hay bombardeos. Aunque, la verdad, no sé de qué me extraño. Si ZP y Rajoy pueden jugar al tenis utilizando como pelota la esperanza de los ciudadanos, ¿por qué no puede Cristiano Ronaldo ser el primero en hablar?
 
Mientras tanto, Belén Esteban sigue siendo uno de los máximos líderes de opinión y por ello se la escucha más que al señor Eduard Punset, ya que parece ser que la coronada por la sociedad española como "princesa del pueblo" se hace oír con más fuerza. No es de extrañar, porque arrabalera es un rato, pero como ella hay todo un circo de personajes que viven del cuento y de nuestro aburrimiento. Tal vez si tuviésemos más inquietudes, dedicaríamos más tiempo a tratar de aprender en lugar de seguir manteniendo a individuos que se convierten en auténticos iconos sólo por dar una imagen vergonzosa que nosotros no querríamos dar. Sinceramente, no sé cómo la Ministra de Cultura, la famosísima señora Sinde, permite esto y no toma ningún tipo de medida, mientras centra sus esfuerzos en censurar el uso de Internet, cuando debería ser considerado una herramienta para ampliar nuestro conocimiento y disfrutar de contenidos a los que no tenemos fácil acceso por otros medios debido a la también conocida crisis, esa en la que políticos y empresarios se escudan para justificar ciertas medidas, pero que parece no existir en otros contextos. 

Por estas cosas y muchas otras rebuznamos en casa, en el trabajo, con los amigos... da igual con quien, el caso es que nos ponemos como energúmenos y defendemos nuestras quejas. Las defendemos a gritos, pagándolo con cualquiera, pero no movemos ni un dedo. ¿Por qué? Porque no sabemos cómo hacerlo o porque tenemos otras prioridades en la vida. Porque no se cumple la afirmación de Karl Marx de que "el pueblo tiene más necesidad de respeto que de pan". Pero también porque nos hacemos esa pregunta mágica, ese "¿y para qué?" que nos quita las ganas de todo. ¿Para qué vamos a intentar organizarnos? Podemos montar grandes quedadas, pero más allá de eso no tenemos iniciativa. Parece ser que las únicas grandes motivaciones que tenemos para movilizarnos son los macrobotellones o poder fumar en sitios cerrados. Así que nada, a seguir rebuznando.