A quienes encuentren mi barco hundido...

"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae."
(Drácula)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Permiso para respirar (parte 1)

A menudo me siento estúpida cuando hablo de mis preocupaciones, cosa que me sigue resultando extraña si tenemos en cuenta que hace pocos años era una adolescente que se ahogaba en un vaso de agua y necesitaba amigos a los que poder confiar lo que parecían grandes secretos... que hoy le parecen grandes tonterías.

Intento no darle a las cosas más importancia de la que creo que tienen. Intento no agobiarme con las pequeñas cosas que atacan nuestra mente en un momento de debilidad, en el que cualquier detalle puede afectarnos y hacer que nuestro ánimo decaiga. Intento no quejarme, o hacerlo lo menos posible.

Pero a veces necesito cerrar los ojos, inspirar y expirar. La capitana saca la cabeza del agua y coge aire.

También intento recordarme a mí misma que no puedo arreglar el mundo sola.

Por mucho que intentara que este blog fuese neutral, acaba empapándose de lo que siente quien lo escribe.
Espero terminar la entrada que tengo preparada para mañana. Hasta entonces, inaugurada queda esta categoría. Todo sea por expresarme escribiendo.

P.D.- Siempre lo digo... los días de lluvia me hacen pensar demasiado.

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