A quienes encuentren mi barco hundido...

"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae."
(Drácula)

domingo, 3 de abril de 2011

Permiso para respirar (parte 2)

Bajo el agua, oigo la lluvia. Veo caer las pequeñas balas sobre las ondas.
Asomo la cabeza y siento cómo las gotas aterrizan en ella.
Cada vez se me hace más raro mirar hacia la costa, que cada día se me antoja más lejana. Las voces de quienes allí siguen haciendo sus vidas me traen recuerdos de una vida pasada.
A veces desearía tocar tierra, pero mi barco yace en el fondo del mar. Nadie ha de esperarme en tierra, pero quien quiera buscarme tendrá que bucear.
Este cielo negro no me da paz. A las profundidades vuelvo, a sabiendas de allí todo está aún más oscuro.

1 comentario:

Chloe_A_Kennedy dijo...

Se enfunda su raído traje de neopreno. Hacía siglos que no lo usaba, pero le sigue quedando bien. Aletas en ristre y gafas por otro lado, se acerca a la cubierta, y cuando determina que es la zona adecuada, se termina de vestir, se coloca la botella de oxígeno, y se zambulle en el gélido mar. Aletea con calma, y poco a poco se va hundiendo, perdiendo la claridad de los rayos que atraviesan, cada vez más débiles, las aguas.